Estudiantes y profesores de secundaria en el laboratorio – Mi experiencia como mentora en el programa de RUYES en CINJ

  • November 10, 2022
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De Angelica María Barreto-Gálvez

 

En la primavera del 2021, mi PI me dijo que Jessica, una profesora de secundaria, haría investigación en nuestro laboratorio por 10 semanas durante el verano. Jessica haria parte de RUYES, un programa del instituto de cáncer de New Jersey (CINJ, por sus siglas en ingles).

RUYES (Rutgers Youth Enjoy Science) es un programa que busca inspirar e incentivar a estudiantes de grupos minoritarios en las ciencias biomédicas para que sigan una carrera de investigación en cáncer y ciencias de la salud. RUYES recibe aproximadamente 5 estudiantes y 5 profesores de secundaria, y 5 estudiantes de pregrado para que participen en el programa cada año.

¿Hacer investigación durante la secundaria? ¿Es eso posible?. Esto me sorprendió mucho ya que cuando yo estaba en la secundaria jamás se me pasó por la cabeza (tampoco habian estas oportunidades en mi secondaria en Colombia) hacer investigación en cáncer en una universidad, y mucho menos una universidad como Rutgers. Aca les cuento de que se trata RUYES y mi experiencia como mentora.

El objetivo principal de RUYES es que los y las participantes tengan la oportunidad de hacer investigación en los laboratorios del CINJ por aproximadamente 10 semanas durante el verano. Cada participante es aceptado en uno de los laboratorios donde trabajan directamente con investigadores principales, estudiantes de doctorado,  post-doctorandos, técnicos, y demás miembros del laboratorio. Esto con el fin de tener una experiencia práctica de cómo se llevan a cabo las investigaciones en las diferentes áreas relacionadas con cáncer.

Adicionalmente, los y las participantes cuentan con un programa de desarrollo profesional (DP) donde pueden explorar diferentes áreas de interés. Durante las horas de DP, los y las participantes cuentan con talleres de trabajo donde aprenden varias habilidades relacionadas con la investigación, realizan presentaciones para públicos diversos, e interactúan con personas de múltiples carreras (doctores, médicos, enfermeras, administradores, entre otros).

Una de las partes más interesantes de este programa, es que los y las participantes no solo vienen a aprender a los laboratorios, sino que además diseñan programas y actividades que van a llevar de regreso a sus colegios y comunidades para enseñar lo que ellos aprendieron. Estas actividades incluyen la creación de clubes de ciencias, podcasts, charlas, y eventos de beneficencia para recolectar fondos para el CINJ.

Yo he participado en RUYES dos años consecutivos. El primer año, 2021, participé solo como mentora de Jessica. Durante ese verano tuve la oportunidad de trabajar con Jessica en mi proyecto de doctorado. Ella aprendió unas de las técnicas que más usamos en el laboratorio para estudiar la replicación del ADN. Al final del programa ella realizó un poster y una presentación de todo lo que aprendió durante el verano. Jessica también desarrolló actividades para implementar en sus clases durante el año escolar.

Durante mi segundo año en RUYES, 2022, tuve la posibilidad de ser la mentora de Jessica nuevamente, y de Cecilia, una niña de 17 años de Guatemala. Durante este verano también tuve la oportunidad de conocer a todos y todas los y las participantes de RUYES y de apoyarles para desarrollar los posters que debían presentar al final del verano. Con la ayuda de la Dra. Janet Alder, hicimos un pequeño taller de comunicación en ciencia para que todos y todas tuvieran una mejor idea de cómo comunicar lo que estaban aprendiendo en los laboratorios a publicos diversos.

Durante estos dos años vi cómo estudiantes de solo 16 y 17 años, que pertenecen a grupos minoritarios en las ciencias, están tan motivados/as para seguir una carrera en las ciencias biomédicas. Tambien he aprendido todo el potencial que los adolescentes tienen para seguir carreras tan importantes. Debo admitir que cuando acepté ser parte del programa, no estaba muy segura de cómo iba a ser, y la verdad tenía miedo de que esto pudiera atrasar mi proyecto y de paso mi doctorado. Sin embargo, me llevé la grata sorpresa de tener a dos personas motivadas, y con ganas de aprender y de llevar a cabo investigaciones que pueden tener un impacto en nuestra sociedad.

Aunque publicar artículos científicos de nuestras investigaciones es uno de los logros más grandes durante nuestro doctorado, siento que, para mí, uno de los logros más grandes y gratificantes es poder pasar mi conocimiento a otras personas a través de la enseñanza. En el caso de RUYES, pude enseñar los detalles de mi proyecto, las diferentes técnicas, y varios métodos que uso en el laboratorio a personas que de otra manera no hubieran podido tener la oportunidad de aprender estos temas. A su vez, sé que ellas van a llevar todo este conocimiento a sus familias y comunidades. ¿De qué nos sirve el conocimiento si no lo pasamos a otras personas?

 

This article was edited by Francesc Xavier Ruiz, PhD and Senior Editor Natalie Losada